Publicado el 2 de agosto de 2018 por Leonardo

¿Somos realmente monógamos o es el ser humano polígamo?

pareja monogamia

Nos enfrentamos a una de las grandes preguntas acerca del ser humano, esa que como un ciclo que se repite solemos hacernos cada cierto tiempo. Quizá por pura curiosidad, quizá cuando sentimos que la tentación llama a la puerta y la culpabilidad empieza a hacer acto de presencia. Lo cierto es que ni siquiera la ciencia ha logrado ofrecer una respuesta contundente a esta pregunta, y el debate continúa hoy presente en nuestras sociedad.

Lo que sí esta claro es que, fuese como fuese, la forma establecida de relación humana en la mayoría de poblaciones del mundo es la monogamia. ¿Deberíamos entender entonces que el ser humano es monógamos por naturaleza? No podemos asegurarlo con certeza solo por este hecho, pues hay otros que también lo indican hacia otro sentido.

La mayoría de los mamíferos son polígamos

Empecemos hablando de cifras. Solo el 3% de los animales mamíferos presentan un comportamiento monógamo, siendo un 30% en el caso de los primates. Según la comunidad científica esto depende de cuestiones eminentemente evolutivas. Muchas de estas especies tienen en común la dificultad de encontrar parejas reproductivas, de ahí que cuando encuentran una quieran protegerla y quedarse con ella. En el caso de simios, por otra parte, se convirtió en una forma por parte del macho de proteger a sus crías, pues podrían ser asesinados por otro de su misma especie para liberar a la madre de sus cuidados y poder fecundarla.

El infanticio es también uno de los motivos que los científicos argumentan como base para explicar el porqué de la monogamia en los seres humanos. Lo cierto es que en la mayoría de sociedades que se han estudiado se permitía la poligamia, concretamente un 83’5%, según los estudios realizados por el prestigioso P.M. Murdock. Pero entonces, ¿afirmamos que el homo sapiens es polígamo por naturaleza y monógamos por convención social?

Tampoco en esto tenemos una respuesta clara y firme al respecto. Algunas de las investigaciones realizadas al respecto reflejan que en esas sociedades que hemos nombrado que permiten la poligamia, muchas estructuraban la familia alrededor de una pareja. Aunque en algunos casos, como la sociedad romana o la griega, este matrimonio solía tener muchas diversiones sexuales fuera de él.

Multitud de factores complican una conclusión clara

Como vemos se trata de un tema complejo y lleno de aristas, que según el punto de vista desde el que lo enfoquemos podemos llegar a una conclusión u otra. Otro factor que tenemos que tener en cuenta en todo este embrollo son los sentimientos, o esa conexión que puede sentir una persona por otra. Esto lleva a otros expertos a hablar de “monogamia sucesiva”, que consiste en que las parejas, en cuanto acaba la etapa del enamoramiento que suele durar entre tres o cuatro años, comienzan a buscar nuevas parejas.

Por otra parte, parece claro que los vínculos del amor no anulan la capacidad de sentir atracción hacia otras personas. Es decir, podemos estar viviendo una historia romántica perfecta junto a nuestro ser amado, y al mismo tiempo sentir deseo sexual por una tercera persona.

Lo más probable es que, como indican algunos psicólogos, a la pregunta sobre si el ser humano es monógamo o polígamos podría responderse que ambas son correctas. Por una parte, hay algunos elementos de la especie que parecen tener un instinto natural por garantizar que sus genes queden bien esparcidos por la naturaleza. Por otro lado, hay otra parte que prefiere asentarse en pareja y vivir con una única pareja. Lo que parece seguro es que no hay una respuesta clara a este gran enigma de la humanidad, y que según el tiempo y la persona, puede variar mucho el caso. Al fin y al cabo, no vamos a descubrir a estas alturas lo complejo que es el ser humano.